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La OMS publica unas nuevas directrices mundiales sobre salud mental en el trabajo

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El equipo de la UAM ha formado parte del grupo de expertos que ha elaborado las directrices para  abordar los problemas de salud  mental en el ámbito laboral. 

Se estima que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, lo que cuesta a la economía mundial casi un billón de dólares anuales. Por primera vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado unas Directrices sobre salud mental en el trabajo. Una nota conjunta de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aborda también el problema.

La OMS y la OIT han pedido que se adopten medidas concretas para abordar los problemas de salud mental en el entorno laboral. Las estrategias prácticas planteadas en un informe conjunto de la OMS y la OIT han sido reforzadas por las nuevas directrices mundiales de la OMS sobre salud mental en el trabajo. Es la primera vez que se publican y en ellas ha colaborado el Profesor Jose Luis Ayuso Mateos, miembro del EMPOWER en el equipo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

Nota de prensa >

Las directrices mundiales de la OMS sobre la salud mental en el trabajo van más allá de abordar el estigma de la enfermedad mental en el trabajo. Recomiendan medidas para hacer frente a los riesgos para la salud mental, como la gran carga de trabajo, los comportamientos negativos y otros factores que generan angustia en el puesto de trabajo. Por primera vez, la OMS recomienda que se forme a los directivos, y no sólo a sus empleados, para que puedan prevenir los entornos laborales estresantes y responder a los trabajadores que sufren.

El 15% de los adultos en edad de trabajar experimentaron un trastorno mental según el Informe Mundial de Salud Mental de la OMS publicado en junio de 2022. El trabajo amplifica problemas sociales más amplios que afectan negativamente a la salud mental, como la discriminación y la desigualdad. La intimidación y la violencia psicológica (también conocida como “mobbing”) es una queja clave de acoso laboral que tiene un impacto negativo en la salud mental. Sin embargo, hablar o revelar los problemas de salud mental sigue siendo un tabú en los entornos laborales de todo el mundo. Los nuevos modos de trabajo exigen, sin embargo, que se tenga en cuenta la salud mental.

Directrices >

Los trastornos mentales han pasado a un primer plano como consecuencia de la pandemia de coronavirus. La COVID-19 provocó un aumento del 25% en la ansiedad y la depresión en todo el mundo. En 2020, los gobiernos de todo el mundo gastaron una media de sólo el 2% de su presupuesto sanitario en salud mental, y los países de renta media-baja invirtieron menos del 1%. La pandemia ha puesto de manifiesto la falta de preparación de los sistemas de salud para abordar el impacto en la salud mental y ha revelado una escasez crónica de recursos de salud mental a nivel mundial.

Las directrices de la OMS piden intervenciones dirigidas a la protección de los trabajadores sanitarios, humanitarios y de emergencias. También recomiendan mejores formas de atender las necesidades de los trabajadores con problemas de salud mental, proponen intervenciones que apoyen su reincorporación al trabajo y, en el caso de quienes padecen problemas graves de salud mental, ofrecen intervenciones que facilitan la incorporación al empleo remunerado.

El objetivo es apoyar las acciones de prevención de los riesgos para la salud mental, proteger y promover la salud mental en el trabajo, y apoyar a las personas con problemas de salud mental para que puedan participar y prosperar en el mundo laboral. La inversión y el liderazgo serán fundamentales para la aplicación de las estrategias.

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